Lic. Griselda Geuze
Disfruta haciendo cosas nuevas, realiza juegos de roles, cada vez se muestra más creativo en los que debe usar imaginación. Le gusta cada vez más interactuar con pares que solo. A menudo, no puede distinguir la fantasía de la realidad. Describe lo que le gusta y lo que le interesa.
Sabe algunas reglas básicas de gramática, manteniendo la estructura básica de la oración y usando pronombres y plurales y géneros. Canta una canción o recita un poema de memoria. Puede decir su nombre y apellido. Nombra algunos colores y números. Entiende el concepto de contar y del paso del tiempo. Relata cuentos y recuerda sus partes pudiendo decir lo que le parece que va a suceder a continuación en el relato. Asocia lo que significa “igual” y “diferente”.
Dibuja una persona con 2 o 4 partes del cuerpo. Usa tijeras. Copia algunas letras mayúsculas. Participa de juegos simples de mesa o de cartas. Salta y se sostiene en un pie hasta por 2 segundos. La mayoría de las veces ataja una pelota que rebota. Se sirve los alimentos y los corta con supervisión.
Tiene un vocabulario de más de 1.000 palabras. Elabora fácilmente oraciones de 4 ó 5 elementos. Utiliza el tiempo pasado, cuenta hasta 4, es curioso y hace muchas preguntas. Emplea palabras que no comprende completamente. Puede empezar a usar palabras vulgares. Aprende y canta canciones sencillas. Trata de ser muy independiente y es capaz de hablar sobre asuntos familiares o personales con otros. Comúnmente tiene amigos imaginarios de juego. Es capaz de diferenciar entre dos objetos por su peso y tamaño.
Aprende las reglas de actividades deportivas. Puede compartir con otros niños. Comienza a realizar pequeñas tareas, como preparar la mesa.
Si bien algunos niños tardan un poco más que otros, dentro del marco de la edad se deben observar las conductas esperables. Cuando esto no ocurre, se debe consultar de inmediato con el pediatra y con un especialista para realizar la evaluación correspondiente y si fuese necesario, el camino de tratamiento adecuado.
La detección temprana y su atención previenen problemas mayores y cambia la calidad de vida del pequeño.