El rol del Padre en el desarrollo del Apego

El rol del Padre en el desarrollo del Apego

Lic. Griselda Geuze

Lic. en Fonoaudiología, magister Internacional en Detección e Intervención Temprana, magister Internacional en Psicología Infantil. Referente en Crianza y Desarrollo Infantil

Lic. Eliana Vazquez

Generalmente cuando nos referimos al apego, la figuras principales son la madre y el hijo, no obstante, el padre cumple un rol fundamental.  Las madres dedican más tiempo a cuidados físicos y a manifestarle cariño a su bebe, mientras que los padres se implican más en actividades relacionadas con el juego. Generalmente la madre es la que consuela y atiende más a su hijo y el padre acompaña en la crianza, y en la contención de la mamá.

Cuando la mamá es la cuidadora principal del bebé, ella será su figura principal de apego. Con ella, el bebé formará una relación íntima inicial. Pero aún en esta situación, la presencia y la disponibilidad del padre puede ser relevante en la creación de vínculos de apego seguro. Si bien en los primeros tiempos de vida de su hijo pasa a ser una figura de apego secundaria para el niño, no deja de ser fundamental.

Es importante que durante la educación nuclear intrafamiliar existan puntos de acuerdo entre padre y madre, es decir, coherencia sobre los cuidados del niño y las formas de educarlo.

La seguridad y la confianza debe ser brindada por ambos padres, de esta manera podrán cubrir las necesidades del niño. Otro punto significativo en la crianza es la coherencia en la puesta de los límites. En cuanto a esto último, como la madre juega un papel más de cuidadora, si bien debe poner límites a su hijo, el padre debe continuarlos, por eso es tan importante consensuarlos de antemano. Saber qué permitirle al niño y que no le proporciona más seguridad y mayor autonomía,  aquí juegan un gran protagonismo la dotación de pantallas y su forma y tiempo de uso.

Otra situación a tener en cuenta es la intimidad tanto para que el menor, como que  tenga sus espacios para dormir, jugar y tener sus propias cosas como para los padres,  cuidando los espacios conyugales.

Como he hablado en otros artículos el ser mujer de la madre debe renacer de la mano del padre, primero conteniéndola y luego valorándola no sólo como la madre de su hijo sino también como la mujer que eligió para acompañarlo en su vida.

También es necesario que el padre pueda escuchar a la madre sobre sus inseguridades, apoyarla y mostrarle que ella puede disfrutar de su hijo, para esto es importante comprender ambos, las necesidades del niño.

En los casos de mamás más miedosas,  apoyar al niño en sus nuevas exploraciones de manera segura y darle mayor autonomía siempre estando presente y siendo una persona de confianza y apego para ese hijo.

Estudios en el tema de apego seguro han descubierto algo más: que a medida que el niño crece  esas conductas de apego  comienzan a dirigirse también hacia otros miembros del núcleo familiar. Como se puede suponer, el padre es el principal receptor de ellas. Aproximadamente alrededor de los 9  meses de edad, el niño puede empezar a formar vínculos consistentes con personas que no son su madre.

Otro estudio sugiere que la sensibilidad de un padre jugando con su hijo es tan importante para la relación de apego padre – niño como la sensibilidad materna durante el cuidado de la relación de apego madre-hijo. Como así también tener un padre que es insensible y exhibe conductas atemorizantes incide en que el apego seguro que le puede ofrecer su mamá pueda desnivelarse.

 Asimismo, la ausencia del padre tiene varios efectos negativos sobre los niños como niveles más bajos de rendimiento escolar, conductas de mayor riesgo y mayores niveles de agresión 



En los tiempos modernos pueden invertirse las figuras de apego siendo el padre el que está más tiempo con el niño y la madre, que por ejemplo,  debe salir a trabajar,  está menos tiempo y es ella la encargada de los juegos y el padre de los cuidados, esto no afecta según las investigaciones, en el desarrollo de un apego seguro.

Algunos aspectos del rol del padre que pueden afectar un apego seguro

  • Actúa ante demandas continuas de su hijo, sino no le presta atención.
  • Presenta una relación distanciada, no se involucra en el juego, lo carga sin contención, no demuestra signos de placer interactuando con su hijo.
  • Se relaciona brevemente y se distancia ocupandose de sus propias cosas.
  • Utiliza los juguetes o las pantallas para calmar a su hijo sin interaccionar con él.
  • Expresa tensión o miedo de estar con el niño.
  • Se desenvuelve con escasa autoridad.
  • Es demasiado autoritario.
  • Brinda poca colaboración con la madre para el cuidado de su hijo.
  • Es  totalmente permisivo.
  • Demuestra falta de afecto.

En conclusión, el rol del padre es más que importante para la buena evolución de un apego seguro y repercute positiva o negativamente en el desarrollo de su hijo, sobretodo en lo emocional y en lo conductual.

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