Lic. Griselda Geuze
Las sociedades de pediatría han detallado de diferentes maneras el curso del desarrollo del niño para esta edad. Es importante estar atentos a estos hitos del crecimiento para acompañar a los chicos con los estímulos adecuados y también para detectar a tiempo cualquier dificultad o retraso que pudiese existir y asi poder consultar al pediatra y al especialista.
Grandes cambios a todos lo niveles se muestran en este período. Aparecen en escena los juguetes, cosas y personas preferidas. De a poco, el niño presenta miedo en algunas situaciones, a los desconocidos, puede que se aferre a los adultos más cercanos. Actúa con timidez o se pone nervioso en presencia de otras personas a quien no está acostumbrado. Llora cuando la mamá o el papá se alejan. Entiende cuando se le dice “no”. Hace balbuceos más largos y diferentes como “mamamama” “y “tatatatata” hasta llegar a formar la primera palabra. Repite emisiones o acciones para llamar la atención. Copia los sonidos y gestos que hacen otras personas.
Duerme toda la noche, la siesta y a media mañana. Hay una etapa, que dura entre 20 y 40 días, en que abruptamente se despierta. Durante este período reconoce a los extraños como tales y a su mamá como una persona diferente de él; siente que cuando se va de su vista la pierde, lo que le produce mucha angustia, y su presencia, por el contrario, lo tranquiliza. Esta angustia lo lleva a desesperarse llorando como si estuviera en estado de pánico, por lo que es importante que el adulto lo ayude a transitarla tomándolo de la mano, acariciándolo, mirándolo y hablándole pero por sobretodo permaneciendo tranquilo.
El niño de esta edad señala objetos con los dedos, observa el recorrido de una cosa cuando cae y va en busca de las que se esconden. Juega a “¿Dónde está el bebé?”. Se tapa y se destapa y también lo hace con los objetos. Se lleva los objetos a la boca, los pasa de una mano a la otra con facilidad. Levanta elementos pequeños, como cereales o trocitos de comida, con los dedos índice y pulgar. Gatea y cuando se para, se sostiene con sus brazos y sube y baja en el mismo lugar.
Su motricidad le permite una mayor gama exploratoria, empieza a ver diferente a su mundo debido a sus desplazamientos y no le teme al peligro ni sabe lo que es peligroso, intenta imitar en las acciones al adulto por lo que es necesario contemplar todas las medidas de seguridad.
Cada aprendizaje sirve de apoyo para el siguiente, uno es base del otro. Si bien algunos niños tardan un poco más que otros, dentro del marco de la edad se deben observar las conductas esperables. Cuando esto no ocurre, se deberá consultar de inmediato con el pediatra y derivar a un especialista para que sea él quien lo evalúe y determine si existe algun retraso y detecte tempranamente la presencia de algun factor de crianza que puede desfavorecer el correcto desarrollo.
La detección temprana y su atención previenen problemas mayores y cambia la calidad de vida del pequeño.