Lic. Griselda Geuze
Desde el nacimiento hasta los 6 meses suceden muchísimos cambios en un bebé. Las sociedades de pediatría han detallado de diferentes maneras el curso del desarrollo del niño para esta edad. Es importante estar atentos a los hitos del crecimiento para acompañar a los chicos con los estímulos adecuados y también para detectar a tiempo cualquier dificultad o retraso que pudiese existir y así poder consultar al pediatra y al especialista.
Durante los primeros 3 meses de edad, comienzan las sonrisas, se inician los gorjeos (el ajó), el bebé reacciona frente a los sonidos, presta atención a las caras, sigue a las cosas con sus ojos, empieza a sostener la cabeza y trata de levantarla cuando está boca abajo. Demuestra aburrimiento, comienza a mover las piernas y los brazos con mayor soltura.
Entre los 4 y los 6 meses, sonríe espontáneamente, especialmente con otras personas. Le gusta jugar con la gente y puede ser que hasta llore cuando se terminan los juegos. Empieza a balbucear, llora de diferentes maneras para mostrar cuando tiene hambre, siente dolor o está cansado, expresa con su cuerpo si está contento o triste. Responde ante las demostraciones de afecto. Intenta coordinar las manos y los ojos al mismo tiempo, como cuando ve un juguete y trata de alcanzarlo. Sigue con la vista las cosas que se mueven, moviendo los ojos de lado a lado. Observa las caras con atención. Reconoce objetos y personas conocidas desde lejos.
Mantiene la cabeza sin necesidad de soporte. Se empuja con las piernas cuando tiene los pies sobre una superficie firme. Cuando está boca abajo puede rolar y quedar boca arriba. Empieza a sostener el juguete y sacudirlo, y golpear aquellos que estén colgando. Se lleva las manos a la boca. Cuando está boca abajo, levanta el cuerpo hasta apoyarse en los codos.
Cada aprendizaje sirve de apoyo para el siguiente, uno es base del otro. Si bien algunos niños tardan un poco más que otros, dentro del marco de la edad se deben observar las conductas esperables. Cuando esto no ocurre, se deberá consultar de inmediato con su pediatra y derivar a un especialista para que sea él quien lo evalúe y determine si existe algun retraso y detecte tempranamente la presencia de algun factor de crianza que pueda desfavorecer el correcto desarrollo.
La detección temprana y su atención previenen problemas mayores y cambia la calidad de vida del pequeño.