Retardo Mental
Es cuando el funcionamiento intelectual se ubica por debajo del promedio. El retardo mental está formado por una serie de trastornos de naturaleza psicológica, biológica o social, que determinan una carencia de las habilidades necesarias para la vida cotidiana.
Por lo general, se considera que una persona sufre retardo mental cuando su funcionamiento intelectual es inferior al coeficiente intelectual de 70-75 y cuando presenta limitaciones significativas en dos o más áreas de las habilidades adaptativas.
Es posible establecer distintos grados de deterioro a partir del retardo mental, desde el leve o limítrofe hasta el que se presenta con profundo deterioro.
La disminución de la capacidad de aprendizaje, la falta de curiosidad, la incapacidad para responder en la escuela y la persistencia del comportamiento infantil son algunos síntomas.
Se sabe que las deficiencias mentales no son problemas estáticos, y que su evolución es notablemente diferente de acuerdo a la influencia del entorno, a menos que se trate de una afección muy seria.
Con ayuda de los profesionales adecuados, los pacientes recibirán el incentivo que necesitan para explotar sus recursos intelectuales y afectivos, y dentro de sus limitaciones, que logren autonomía, que aprendan oficios y que se sientan tan útiles como el resto de las personas.